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Siempre


[a DAS]

22:04pm 
 Hay una estrecha sutura en la soga que ata el puente entre dos mundos.
Promete tomarme los hombros, besarme en los ojos… si  me alejo y me equivoco. PROMETEMELO.!!!
Un desvelo de martes nocturno  y un hombre impaciente  alado, a las cimas de un cielo gris, casi oscuro, Turbio.
Si no repites conmigo: “SIEMPRE”, vuelvo a los fines de este rio.
Perdido.
…y yo no quiero eso.
 01:04pm 
Existe un maldito conducto que separa el “Te deseo” con el “Me despido”.
Jura tocarme  la espalda, clavarme tus garras, si me escapo y me olvido.
JURAMELO.!!!
Un Diciembre vacío y un hombre ansioso que espera sentado a las glorias divinas de tu antes recuerdo.
Si no me gritas al oído: “SIEMPRE”, regreso a las celdas de ese mundo.
Confundido.
…y yo no deseo eso.
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Razones envueltas

[a DAS]

Apoye mi espalda entre el muro frio que divide el mundo y lo que hoy, soy… fui descendiendo  lentamente hasta tocar el suelo,  con el anular derecho, cerré mis ojos  hasta verme por dentro y note miles de serpientes sonrientes.

Lloré.
Una vez sentado en el piso,(también frio)… recordé palabras mientras desvanecía: “sol”; “no” “yo”, “estas”, “ven”, “acá”, “vos”, “no hay nada” … ese momento cuando mis parpados caían, como conchas de mandarina;  hago un sonido extraño y pienso surreal como el minúsculo náufrago que toca orillas de sal en la boca de un mundo espiral con forma de animal.
 Me aislé.
Por dos minutos, exhale fuertemente, sediento: inhale, exhale, volví a inhalar, volví a exhalar,  (respire), moje mis labios, una, dos, tres y una vez más, luego me tendí;  recuerdo que la ventana estaba abierta de par en par  y la calle concurrida, entraba un viento fresco con un sonido violento de mar agreste. Era yo.!
De pie.  Inmediatamente lave mi cara con las mismas aguas saladas que gestaban mis ojos, y  busque un silencio en un cielo (inexistente). Para creerme ileso, Instantáneo, cutáneo sacudí mi cuerpo, rápidamente me detuve  bajo el dintel de  una puerta abierta justo  antes del susurro tic-tac, que deja el vacío en ese eco frio de una ciudad hambrienta, que a lo sumo desconocía. –“Es el tiempo”,-me dije.  Parado me quedo latente, en el espacio-pasado que me sostiene, pienso en tres mujeres, dos hombres, un niño y un viejo… entonces;  tomo la perilla fría y dorada… girada a la izquierda;  tajante en mis ojos, Plaap..! Otra puerta se cierra.

Dudé.

Escuche unos pasos firmes y apresurados, acercándose al finito que desconozco, vacíos, en esa cárcel –caníbal, bosque de hombres perdidos. Ya había caminado suficiente por las brasas de mi mente, era la memoria que gritaba “Estoy acá y no puedo huir”. No pertenezco aquí. – Pensé.
 Como un preso:  Temí.
NO tenía fuerzas, escéptico me acerque al pasillo que gritaba mi nombre por un hombre tan frágil y herido como yo.
Apoye mi espalda entre el suelo árido que parte en dos lo que hoy soy… fui ascendiendo  lentamente hasta tocar el cielo con mis manos,  cerré mis ojos hasta verme por dentro y sentí en mi pecho cientos de anguilas ardientes.
Caí.
En el séptimo intento de seis años rendidos, como un alfiler, en dos segundos un beso  en la boca me despertó, cerró mis ojos, toco adentro, escarbo, hurgo...donde se esconden los miedos y son tardíos mis días, las rabias lagunas son pozos en reposo, y cuando vivo, no solo respiro.
Ciego, sentado a tu lado, firme y pies sembrados, palpe tus dedos empuñados, atesorando razones envueltas para estar aquí.
Fue  en ese momento, cuando levante mi cara. Sonreí.
y…
Te vi.