El Problema de Pablo

Esta ciudad es como sentarse en un gran colchón de clavos de acero con muchísimas almohadas de plumas de ganso.
Mi pana Pablo, nació en esta ciudad, es de mi edad y aun vive con sus padres. Tiene una habilidad para ordenar estratégicamente las almohadas y dormir horas en ellas, a veces se mueve tanto que se olvida de estas y termina sangrando con los punzantes afilados clavados en su culo y no puede sentarse mas, por algún tiempo. Íntimamente cuando pasa, se dice así mismo, que cicatrizara. Aunque a mi me diga que es cuestión de costumbre al dolor. ¿Costumbre al dolor? (me pregunto).
¿Es como cuando tenia quince y escondido me hice mi primer tatuaje? (me pregunto).

El Sabado llamó temprano en la mañana, “día del trabajador” dejo un par de mensajes diciendo:
“Che, Negro..hoy Locro? Viejo necesito un favor, llámame.” (Tenia voz ronca, de recién dormido).
Pablo es muy risueño, muy noble pero muy torpe para las decisiones, parece que la sed que tiene por vivir es mayor al agua que le convida la vida. Creo que el mismo la condensa y sin querer también la evapora.
Le llamo.
_Che, vos siempre te vas? (pregunta).
_Si, solo por un par de semanas.
_Loco, el jueves, conocí a dos minas, una de ellas casada Boludo..!
_Y..?
_Necesito tu casa, solo en las noches (recalca entusiasmado).
_¿Otra vez? Bueno venite acá, y hablamos. (Pensando que una de las chicas, preferiblemente la NO casada me destinaba).

Pablo, se acerca muy a menudo a los cercos eléctricos de los grandes edificios, parece que no conoce las puertas de entrada de emprendimientos modestos, donde cabe y sea bienvenido sin ser electrificado.
Eran las 2 de la tarde y Pablo entra como siempre con su pantalón de tela a rayas grises y blancas, Nuevas Hojotas, su sweater beige muy desteñido y de cuello estirado, nunca peinado, con su mate y termo a la mano. (Su termo es de plástico azul claro, tiene escrito su nombre “en corrido” con marcador negro y pegado un adhesivo decolorado de “los piojos”). Es muy predecible.
Entra y dice, con una sonrisa enorme:
_Experimentare un "ménage à trois" …! (seguro buscò el significado en Google, pienso).

Cuenta que hay mujeres emboladas, abandonadas en sus casas con ganas de follar con un “vago” que las raje crudas.
A veces me cuesta entenderle a Pablo, las palabras que utiliza aunado con la rapidez gestual entre las vocales y las alargadas últimas silabas, tienden a fabricar un trabalenguas , autóctono y esencialmente coloquial.
A veces cuando niega algo, levanta la cara y dice “Nooouuaaaaahhh” con una sinfonía progresiva donde termina gritando. Todo contenido en una cara de “indignación”.
Cuando afirma, casi siempre asiente la cabeza pero inmediatamente voltea y mueve sus manos, habla mucho con las manos, las tiende a empuñar y abrir al mismo tiempo. Cuando me explica algo que para el, le es “impresionante” Junta los dedos de la mano derecha (en forma de cono) y los mueve “arriba, abajo, abajo, arriba”, casi siempre muy cerca de mi cara y siempre “pelando los ojos”.
Siempre, siempre se ríe y cuando yo termino de confesar algo o contar cualquier tontera personal que para mi es un tema “serio”, me da una palmada en la espalda, abraca mi cuello por dos segundos, con su mano izquierda rápidamente, frota mi cabeza y dice “este loco..!, aaaaaaanimo negro, ya esta, ya esta” luego cruza los brazos y me mira a los ojos con compasión, construyendo con la boca cerrada una risita leve. (No le entiendo y le evado).
Siempre tiende a alargar las frases con repetidas vocales, la fonética debe de ser parte de la palabra, nunca desvinculadas y antes de cada oración o frase debe de existir un “sonido introductorio, de inducción al tema” así como: Seeeeee, Vaaaaahhh, Uuuuuhhhh, Neeeehh, entre otras, realmente entre muchas.
Cuando hablo de “arte” (todo que no involucre la fotografía) ríe con un tono burlesco y lleno de ignorancia, pero cuando hablo de técnicas del reflex, de la “imagen gris” de los fotógrafos bélicos o las bondades de la obturación y el revelado, su cara cambia en un proceso viril, pausado y lleno de entendimiento y respeto.

El problema de Pablo, es que involucra muy seguido a quienes desean guardar un estricto margen de holgura entre el privado e individual día a día y sus caprichosas e inconcientes aventuras.

Pablo había salido un jueves, ya mas de la media noche, con sus compañeros de la Facu. (Pablo aun asiste a la Universidad y culpa su larga estadía, a la flexibilidad de sus padres, consecuente a la carencia de dinero en sus bolsillos y la asistencia de casi seis horas diarias de laburo, irremediablemente necesario, todo frente a una caja registradora de los ochentas en un viejo mercado de la ciudad).
Ese Jueves, cuenta, que la locura de dos mujeres en una barra moviendo seductoramente con una especie de sorbete los limones de sus Caipirinha, era como “una mano poderosa, de uñas largas y rojas llamándolo en cámara lenta e insistentemente y mojadisimas en Cachaça”

Pablo dice, que las mujeres estaban dentro de una atmósfera de complicidad y después de dos o tres botellas de Stella Artois, mucho maní fresco, Pablo era el invitado especial, en ese hogar construido por dos arriesgadas y decididas féminas.
Dice, que los temas de conversación, no exigían contenidos donde se censurara la palabra “sexo”, “poronga”, “pito”, “franela” y mas adelante se sumaba el ansioso termino: “chupada” “los tres” y con ellos “orgía” y “experiencia”; casi con el sol despertándose entre risas desinhibidas y formuladas en preguntas, las eternas y finales : “vamos” y “cuando”.

El jueves había salido a la muestra del Ale, (mi pana y profe de pintura) en un hotel muy famoso de aca, luego acompañada de aceitunas negras, me tome un par de cervezas escuchando las conversaciones obligadas de la Argentina: Brasil, Fútbol, Política, Viajes, Vinos, Música (muchas veces solo Charlie García), Teatro y Platos de comida.
Me fui.
Me acosté cerca de la una de la madrugada y me dormí viendo “Dr. House”, lo que no sabia es que mientras yo me dedicaba desvelado a entender el cinismo histrionico de Hugh Laurie, Pablo tenia en mente un equivocado pensamiento; mi cama como soporte, los portarretratos de mi hijo de Background y todo mi cuarto como escenario de una gran orgía (obviamente sin mi presencia).


Insisto; el problema de Pablo, es que involucraba muy seguido a quienes deseaban guardar un estricto margen de holgura entre el privado e individual día a día y sus caprichosas e inconcientes aventuras. Con respecto a su problema, no se si compadecerlo o envidiarlo.

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