La llegada

Cuando el hambre arrastro tus pasos,
yo esperaba impaciente y temeroso,
con un dedal de angustia en mis manos,
tejiéndote, viendo por las hendiduras…
esperaba la llegada.

Como serias
como seria,
como seriamos.

Finalmente, cuando abriste tu boca,
ya yo estaba en ella.
Lamiendo tus palabras y tejiendo el tiempo
para que las agujas del reloj se detengan ese instante.
Y sea eterna, la llegada.

Ese sol..!
Ese sol que tanto hablamos,
Que salía de noche y que hacías amar y ver dos veces.
No lo vimos.


Te parabas ahí, frente a mí,
justo ahí..!
Donde comienza la vida y termina mi duda,
Justo allí...
Donde cesa la angustia y pierdo la cordura.
Esa amarga.
Que ya no sabe y se desgasta.

Justo ahi; abrías mas tus cavidades,
metiéndote hasta la garganta,
todo lo que en mi colgaba.
No me dio tiempo de decirte No..!
Por que tomabas el jugo que yo emanaba
...y para ese entonces era muy joven e ingenuo
No sabía descifrarlas.
Me gustaba.

Cuando te inclinabas
Ya la mirada estaba cerrada, era ahí.
Justo ahí..!
Cuando te bañabas en el hondo y repetías
“me encanta..!”
Siempre mirándome en las pupilas de los ojos
Como si nunca te fueses a ir.

pero..
mas sin embargo, pensaba...

Que haces aquí?
No te quiero ver..!
Ni quiero ver tus ojos mirando los míos.
Con esa forma que dice todo y no dice nada,
Llena del iris que grita maldad.

pero..
mas sin embargo, pensaba...

Que haces aquí?
Yo te invite?
Por que dijiste “Si..!”
Si sabes que soy una liebre que corre buscado un hueco en la tierra.
..Y tiemblo.

pero..
mas sin embargo, pensaba...

Vete, Y no llegues..!
Sin que yo te lo diga.
Vete..! y no llegues..!
Sin que hoy te lo diga.
Sin hacer ruidos,
..Deja que me duerma
Y en el silencio gira la llave dorada,
Que yo finjo soñar.

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